viernes, 19 de junio de 2009

FRIDA


Entre un buen trago de tequila, un beso que estremece el corazón y un chili muy “picante pero sabroso” descubro ese mágico rostro, cargado de dolor, soledad y angustia. Esa mujer que hizo de su vida una obra de arte. Por cada paso que daba, chorros de pintura caían sobre un lienzo multicolor que dibujaban sus sentimientos, desde la mirada  mas ausente hasta la lagrima mas sincera, desde el óleo mas puro hasta el pincelazo mas amargo. 

 Aferrada a una vida que desde pequeña amenazo con dejarla, a una cultura que cargaba orgullosa desde sus entrañas, en cada una de las trenzas que de su pelo caían, en cada traje que su cuerpo lucia y en cada canto mexicano que su voz apasionada entonaba sobre la luna y frente al sol. 

Frida Kahlo es la antitesis de sus propias obras de arte, donde todo el mundo busca la perfección, encentrándose, por el contrario, con un espejo, con un reflejo de la más íntima soledad, de aquella búsqueda incansable de ese algo, a la que, desde antes de nacer, hemos sido destinados a seguir. Pero al mismo tiempo, esta mujer es un movimiento artístico por si sola, es un personaje que ha decidido romper la tela en la que fue pintada, huir del marco en la que fue puesta, y dejar huella en cada uno de los pasos que humanamente decidió dar… sin importarle extremos, sin importarle consecuencias, pues su único riesgo es el de vivir. 

imagen tomada de http://camlyx3.files.wordpress.com/2009/02/fk200708_12.jpg

 

2 comentarios:

Raúl Esquivel Martínez dijo...

Sebas, salvo el chili (que de mexicano no tiene más que el nombre), me encantó esta reflexión y la forma como manejas el tema, y no por nacionalismos desorbitados, ya que muy personalmente detesto a Frida Khalo y la imagen que tengo de ella y su obra dista mucho del concepto general; pero ¿qué se puede hacer cuando encuentra algo tan bien escrito? aplaudirlo y reiterar que es un verdadero placer leerte.
No sé qué tanta información de ella puedas encontrar en internet; pero de corazón, ojalá puedas perderte en los ojos de un gato pintado por Nahui Ollin, una mujer y pintora mexicana extraordinaria (infinitamente, a mi gusto, superior a la Khalo) y que injustamente está olvidada en la noche de los tiempos.
Como siempre, felicitaciones y un abrazo

TOMASA. dijo...

Es una de las mejores biografías que he leído de Frida, sinópsis cargada de historia, de prudencia,

de colores en blanco y negro, de mucha risa por recordar que la visitamos y de toda una vida pintada.



Para ver la pelicula inspirada en ella me tomaré un tequila, recordaré cuando
quicimos saludarla en su casa y sé que me picará el alma como comer chili,

porque sé que habrá pincelasos amargos y muy subjetivos.