martes, 28 de abril de 2009

CANSADO DE SONREÍR...



Cansado de tanto sonreír


El payaso ha decidido utilizar la misma cuerda con la que saltaba, con la que miles de risas se despertaban en cada uno de esos corazones inocentes, infantiles y poco conocedores de la vida….. para acabar con su propia sonrisa.

Ese mismo maquillaje que utilizaba para llamar la atención de tantas personas y exagerar sus emociones, ha decidido aplicarlo en su rostro para esconder la profunda depresión que lo atrapa, y exagerar la pequeña esperanza que le permite respirar.

Aquella colorida peluca que iluminaba sus ojos, ha decidido arrancarla para mostrar la oscuridad de su alma.

Y aquel traje, aquel bello traje multicolor, que brillaba sobre su cuerpo, ahora es un pedazo de tela vieja como las huellas que sus pasos han dejado, un pedazo de tela rasgado como su corazón.

Payaso, ahora abrazas tu traje con fuerza, mientras tus alegres lagrimas negras, se pierden en la sangre que tu olvidado pecho ha decidido derramar.

Mientras tanto, las exorbitantes carcajadas del público no dejan oír tu llanto, pues un nuevo payaso ha llegado en tu reemplazo.

6 comentarios:

MGP dijo...

MUY BUENA DESCRIPCION, DE QUE CADA COSA TIENE UN CICLO Y ESE MOMENTO LLEGA Y SIN BUSCARLO, SOLO SE PRESENTA...
MUY BUENO!

Raúl Esquivel Martínez dijo...

¡Excelente! Este texto tiene una contundencia que te deja helado. Siempre es un gusto leerte, y más ahora que estamos en medio de tantas paranoias y precauciones, sin poder salir prácticamente de casa, enmedio de esta invasión secreta en la que todos nos miramos con el rostro oculto, sin saber quién es quién, sin saber de qué lado está el otro.
Muchas gracias por aportar (quizá sin proponértelo) un respiro refrescante en estos momentos tan aciagos que vivimos por acá.
Un abrazo VIRTUAL (como están las cosas, no quisiera correr riesgos)

TOMASA dijo...

Quiero conocer un payaso que llore porque tiene rabia, porque tiene dolor de estómago de tantos dulces, porque los niños no se ríen de sus bromas, porque le molestan los zapátos grande, es humano y tiene derecho a ESATR y NO SER triste.

Lo irrevocable es sospechoso.

TOMASA. dijo...

Quiero conocer un payaso que llore porque tiene rabia, porque tiene dolor de estómago de tantos dulces, porque los niños no se ríen de sus bromas, porque le molestan los zapátos grande, es humano y tiene derecho a ESATR y NO SER triste.

Lo irrevocable es sospechoso.

azulquitapenas dijo...

Mi vida, es muy bueno, contundente como dice Rulo. Pero es muy triste, demasiado triste. Hay un dolor que no quiero que esté ahí, recordé nuestras largas conversaciones acerca de lo que somos y de lo que los otros quieren que seamos. Casi como esa cara dibujada del payaso donde sólo se permiten risas inamovibles. No olvide nunca que allá, en la entraña, en los tuétanos nadie puede quitarnos la libertad de sonreír o de llorar cuando y como queramos.

TOMASA. dijo...

Soy amiga de los payasos por estos días, y voy a mi casa de las nubes a ver si te veo y dejar el dizfraz y el maquillaje
TOMASA