
Regálame una sonrisa en el medio la noche
Y sabré que la tristeza es sólo un derroche.
Regálame una lagrima pura de alegría
Y recordare lo importante que es la vida.
Regálame una mirada inocente
Y sabré cuan maravilloso es conocerte.
Regálame todo tu amor sincero
Y sabré que siempre serás aquel lucero….
Radiante, lleno de luz, como un suspiro de ángel
Y un regalo de Dios.